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19.4.05

Magdalena de Quiotepec.

El humo de el anafre rustico con olor a madera quemada delataban que la oya de los frijoles ya estaban listos, lo cual alerto a Magdalena de que ya era hora de levantarse. Como en temporada de verano, el calor era insoportable, ella deseaba estar ya lo mas pronto posible de vuelta en casa, alla en Quiotepec, al sur... donde sus 5 hermanas ya la esperaban para la feria anual, donde era excelente negocio salir a vender elotes en la laguna, muchos turistas iban cada año, ademas, ya no aguantaba a la familia Marquez.

En la cocina solo estaban la abuela y el menor de los hijos, Rodolfo, quien siempre le sonreia a Magdalena, pero era muy timido, en realidad Magda siempre lo vio como un hermano menor.

La abuela le hablo en Mazateco a Magda, quien habia tenido que aprenderlo en los ultimos 5 años para desempeñar una buena labor como sirvienta en esa casa, donde vivia una de las familias con mas renombre en Huautla de Jimenez.

“Ya voy señora, pero primero tengo que pasar a la tiendita de Don Miguel por unas semillas de ololiuqui que me encargo el patron” , Rodolfo no la dejaba de ver, y es que aunque solo tenia 11 años de edad, no dejaba de ver a Magda, y muchas veces sin que ella lo supiera, el la iba a espiar a la laguna de Temaxcal para ver su cuerpo desnudo.

“Rodolfo, me acompañas?”-sugirio Magda-, a lo cual el contesto ni tardo ni peresozo con un “si”, aun mordiendo lo poco que le quedaba de pan. Ambos salieron de la casa, moviendo la cortina que tenian como puerta hacia un lado, y se perdieron por la calle, hacia la montaña, donde estaba la tienda de Don Miguel.

En el camino, vieron a un grupo de blancos, seguramente de la capital, o de alla del norte, donde todos son mas altos y con color de piel diferente. “Magda, has ido a la capital?”...
-No, nunca he ido, pero dicen que es muy peligroso, yo por eso prefiero estar en mi Quiotepec- contesto Magda.
-Entonces no te gusta estar aqui en Huautla?- pregunto curioso Rodolfo.
-Claro que si!, no seas tonto, pero debes de entender que no es mi casa.
Ambos guardaron silencio, y despues de ver pasar a otro grupo de mochileros blancos y con cabello largo, Rodolfo pregunto: “ya les dijiste a mis padres que te vas a ir?”...
-No, se los dire hoy en la tarde- contesto ella un poco indiferente.

Llegaron a la tienda de don Miguel por las semillas de ololiuqui. El Don, ya de edad avanzada les dijo: “con que otra ceremonia de hongos para los extranjeros, verdad?, ya le he dicho a Don Rafael que ya no haga eso, los mendigos escuincles solo vienen a drogarse con los hongos, ya no le han dado ninguna importancia al significado religioso sagrado que tienen los hongos... figurense que ayer vi a dos jovenes de 17 años alla en el cerro, perdidos, drogados con los hongos, segun el polecia se salieron de la casa de Don Rafael..insisto, eso esta mal hecho, no deberian dejar a los extranjeros asistir a estos ritos”... Magdalena le vio y replico “Pues si Don Miguel, pero mi patron sabe lo que hace, ademas es una fuente segura de dinero, y los chamacos tienen que comer, bueno, nos tenemos que ir”... tomo a Rodolfo de la mano y regresaron a casa.

2 horas despues, no habia nadie en la casa, solo Magda, el patron estaba en la casa de los ritos, preparando un viaje de hongos para otro grupo de jovenes que venian de Queretaro. La abuela estaba en el lago, y Rodolfo se habia ido a la escuela, era hora de empacar, para regresar a casa ese mismo dia, aun no le habia dicho nada a los patrones, pero ya les inventaria algo, las nenas de Quitepec nunca piden permiso (le habia dicho su abuela tantas veces)...

Se metio a la recamara de las chicas, Juanita y Dolores siempre habian sido muy pesadas con ella, asi que aprovechando su ausencia, tomo varia ropa, la mas nueva que tenian, la que su padre les habia comprado en Puebla y otra tanta en el DF en sus ultimas visitas, ropa muy bonita, que no se veia en esa region de la Sierra Madre Oriental. Tomo todo lo que pudo y lo acomodo con orden en unas cajas de Jabon Zote y de Huevo Peregrino. Al final, tenia ya 4 cajas llenas de ropa ajena y alguna que otra pertenencia. las relleno al final con su propia ropa... el crimen perfecto, nunca sabran que se llevo.

A don Rafael no le parecio la manera en que Magda se estaba despidiendo, asi simplemente con un Adios, gracias y ya. seria dificil conseguir otra sirvienta en esa temporada del año. La Abuela no dijo ninguna palabra, solo observaba a Magda, y en Mazateco le dijo: “un ultimo favor Magdita, ve a traer un poco de hojas de pastora a la casa de la Güera”.

Magda salio por el ultimo encargo, estaba muy feliz, pronto veria a sus hermanas alla en Quiotepec.

La abuela ha sido la MAariarca de la familia, muchas veces ha presumido de su amistad con Doña Maria Sabina, amistad muy sabida en todo el pueblo.

Magda regreso del mandado, recibio su pago en pesos, y se retiro en el primer camion a Quiotepec. Al llegar a casa, solo pensaba en los regalos que llevaba para sus hermanas, ropa muy linda y cara.

Gran sorpresa se llevo al ver que las 4 cajas solo tenian piedras, y mas piedras, solo en una de ellas encontro una nota en Mazateco que decia “Mija, te hemos querido como una hija de esta familia, no tenias que llevarte nada, ahora te llevas estas piedras, pero con ellas te llevas la confianza que por 5 años te dimos, que el padre trueno te sepa perdonar”

La abuela, Maria Marquez, tiene ya 105 años de edad.

Acido ...Los hongos “nti ni se” son la neta del planeta...

2 comentarios:

Homero dijo...

exelente relato, solo me queda una duda...te tiraste a la chacha si o no? jeje
saludos

Unknown dijo...

jajaj, che wy, pense que ese tema ya habia quedado claro... no wy, nunca me tire a la chacha, y no, tampoco la mate. :P

*ya escriban blogs inches webones.